sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 6: Otra carrerita ¡no!, vamos a llevarnos bien.

Con Prieto agonizando, Tranca se agacho donde se encontraba este y le dijo unas palabras para tranquilizarle.

- ¿Sabes porque me llaman Tranca? Porque como te la enseñe te atragantas ¡Jejé!
- ¡Tranca no es momento de bromas hay que curarlo! Exclamo Tilly acojonado, ¡Hay que llevarlo al hospital! Propuso seguidamente.
- ¿Al hospital? Eso es de nenazas, tu ere un machote eso cicatriza no hace falta tanto dramatismo, dijo Tranca algo… ¿hospitales en la Edad Media?
- ¡Aaaaaah! ¡Sangre! Grito Sampezon mientras se desmallaba.
- Ves, los hospitales son para nenazas… como este, reafirmaba su teoría Tranca. Tú con unas hierbitas de estas de las que escuecen te quedas como una flor te lo digo yo chavalote, voy a por ellas y te pondrás bien en un periquete, Dijo Tranca mientras se alejaba a lo lejos y resbalaba por la pendiente de la cuesta. ¡Estoy bien! Tras caer de boca.

Mientras Tranca buscaba algo para drogar a Prieto, los tres hobbits hacían lo imposible porque Prieto permaneciera despierto dándole tortas en las mejillas, ninguna fue tan eficaz como la de Sampezon, que aunque fuese una torta pero de mantequilla que más que impactar en la cara se deshace por el camino, Prieto se levantó de un salto y fue a matarle, lo que tranquilizo a Kukin y a Tilly, aunque posteriormente hizo el robot y cayo rendido una vez más al suelo… si es que Prieto iba para basurero, todo el día limpiando el suelo con la ropa.

Después de un rato bajaron a Prieto al pie de la colina, donde Tranca apareció con una hermosa piva elfa, la que traía un gran caballo blanco con un tatuaje en el culo que ponía: “BESAME EL CULO”, que Sampezon obedeció inmediatamente, llevándose una fuerte patada que propino el bravo corcel que fue aplaudida por todos incluso por la elfa, que se acababa de incorpora y ya le tenía cierta tirria a Sampezon.

Después de comentar la jugada las suficientes veces como merecía tal acción a cámara super lenta, si, si, la que se pueden diferenciar las babillas y la sangre salir disparada de la boca de Sampezon, Béyocel, la elfa anteriormente mencionada, se percató de que se habían olvidado de que Prieto estaba muriéndose en el suelo, entre dolor y llanto, si, el llanto era provocado por la risa que Prieto no podía contener ni aun estando muriéndose de la acción del torpe Sampezon Gordín. Béyocel lo subió “en to’ lo arto del caballo” y cabalgo con él todo lo rápido que pudo.

La vida no es color de rosa… excepto cuando se te cruza Sampezon por medio, que hace que ese tiempo que permanece pululando por allí lo sea, pero esta vez Sampezon se encontraba bastante lejos de ellos, así que en esta ocasión sería blanco o negro… y como las coladas en esa época se hacían en el río, pues más bien grises, y es que por el camino aparecieron los Picolos Corruptos. Tras una larga cabalgada, Béyocel estaba cerca de llegar al río que delimitaba los dominios de Afemider. Con su bravo corcel a dos días de la jubilación con la lengua fuera, Prieto con el culo encogido y dando botes como si de un castillo hinchable se tratase, solo que se ha olvidado hincharse se tratase, daba tumbo atrás de la apuesta elfa que no paraba de prometerle caros lujos a su caballo los cuales consistían en heno, una cuadra en la playa… un yate para cuando se empiecen a fabricar… yeguas de compañía etc. etc. Aunque el caballo elfico no era muy ambicioso y solo quería una cosa en este mundo, “No… si yo con ¡no dar otra carrerita! Porque a estas altura de mi carrera… otra carrera ¡no!, vamos a llevarnos bien…”

Finalmente y porque si no es así la porquería esta que os estoy haciendo tragar acabaría... ¡joderos cabrones!, el bravo corcel consiguió poner a salvo a Prieto y Béyocel, que buena jinetera pensaran muchos, no les quito la razón, pero no precisamente por hacer que su caballo corriese más, ya que eso ya lo hacían los caballos de los Picolos Corruptos, que en vez de besarle el culo pensaban mordérselo, y eso no mola tanto la verdad.

Pues bien pasaron el río… ¿y qué? ¿Solo es agua? Pensaran muchos de ustedes, pero es agua eeeeeeeeeelfica, que es la misma porquería que no tiene sabor pero que hace cosas “to’ guay” como convertirse en un gordo acuífero hambriento de carne… muerta… diría yo a primera vista vamos. Y de un bocado se los trago a todos… con lo buena que estaba Béyocel… en fin que poco gusto tienen estos elfos...

Una vez pasado el peligro y en dominio elfico, Prieto se desmallo y parecía que iba a llegar el final, hasta que… la elfa hizo cosas censurables que hoy, Y SOLO HOY en SALVAME DECURANDERA revelaremos. Nuestra colaboradora Pastorcillo de Belén Estrellaos, nos devela que la técnica para reanimarlo no fue otra que, ¡Oh¡ ¡Esperar! la diremos después de la publicidad. Se siente incómodo en su caballo, no puede trotar con comodidad, le salen almorranas solo con subirse a él, no lo pienses más, ¡¡¡la silla de montar caballos 3.000!!! ¡¡¡COMPRALA YA!!! No sigas dejando que las galopadas de tu caballo sea una tortura para tu trasero, con la silla de montar 3.000 tus problemas anales desaparecerán, ¡la silla de montar 3.000! no hemos saltado 2.999 modelos a su creación para garantizar su comodidad, porque el cliente siempre esta primero, y bajo el cliente la puñalada que le damos. ¡Llame ya! Y si se encuentra entre los 4,5 primero recibirá unas herraduras para su caballo de regalo. ¡Basta ya de hemorroides provocadas por el simple hecho de montar en caballo! Con la silla de montar 3.000 se acabaron sus problemas cómprela ya.

Bien seguimos en el plato de SALVAME DECURANDERA, donde nuestro colaborador Mermelada de fresa confirma el testimonio de Pastorcillo de Belén Estrellaos donde la principal teoría de la cura practicada por la elfa Béyocel a Prieto para salvarle la vida no es otra que quitarle los resto de la puta daga del costado tirarlos al carajo pipa y vendarle… ¡BOM-BA-ZO informativo! (Que os pensabais marranos…)
Después de esta alocada historia portada de revista como “adiós” o “analfabetos”, esta última la más comprada por los ciudadanos de la época que intentaban aparentar cierto grado de cultura, aunque no tuviesen ni papa de leer, Prieto fue llevado al palacio de Afemider para descansar de la aparatosa intervención que sufrió en el camino digna del equipo técnico de Dr. House.

Cuando Prieto despertó, alcanzando las cuatro semanas de gestación, el mensaje de que la rosquilla estaba en Afemider se había extendido por las tierras aliadas. Este periodo en el que nuestra historia y el bonito y encantador pero vomitivo cuento de Blancanieves y los siete enanitos se mezclaron no fue ni por mucho menos por la herida que recibió en la colina de las tres ventoleras, sino por el propio cuento que se montaba para no salir de la cama. Cuando consiguieron sacarlo de la cama, todos los líderes de los pueblos aliados estaban en Afemider para decidir el destino de la rosquilla.

Desde las Montañas Ahumadas llegó el enano Antxón Goikoetxea conocido como Goiko. Goiko era hijo de enanos del norte de las Montañas Ahumadas, era testarudo cabezón y patoso además de borracho. Su arma era un hacha de talar árboles y siempre portaba una boina sobre la cabeza.

Desde el pueblo de Inodoror llegó el hombre conocido como Jonathan Hielo. ¡Si, que pasa! ellos nos roban a Boromir pa matarlo y nosotros no podemos robarle a Jonathan ¡Venga por dios! Jonathan era hijo del Senescal Cenutrio, y capitán de los ejércitos de su “joío” padre, Jonathan reconquist la ciudad de Cutriliam, y desbloqueo el logró de consola: Disputas por el Perejil. Jonathan era un hombre algo rarillo, que le gustaba más una guerra que a un viñorco una rata y una pose más que a Miley Cyrus chupar un micro. También tenía un aire chulesco y arrogante que no sentaba bien a muchas personas, pero al nota le soplaba la polla, nunca mejor dicho.

Y por útimo, desde el Bosque Orejonal, llegó el elfo conocido como Juánolas. Era alto a más no poder eclipsar el sol, recitaba versos sin sentidos que nadie entendía aunque se le achacaba a que era elfo… portaba una media melena oscura que se peinaba para atrás y vestía de traje chaqueta y corbata. Muchos piensa que el padrino le robo el look. Portaba a su espalda un arco de madera de pinar… porque era donde le gustaba cagar y era fino al sus discursos pronunciar… “¡Quillooooo! ¿¡Y esa coquretas!?”,
De nada mola este trozo, si como verso no leéis, pues mi tiempo tirareis... que rima más forzada, pero el caso es que lo leáis como un puto elfo amariconado al que le acaban de meter un peñizco en la zona escrotal comúnmente conocida como en los cojones.

Todo estaba listo y el concilió de Afemider estaba a punto de empezar. Las demás plazas del concilio estaban ocupadas por Joroba, el que tenía que contar un bonita historia, para variar, representando a los magos, Prieto representando a los hobbits como portador de la rosquilla, Trancas como representante de los montaraces que habitan en las montañas, ya sabéis montaraces… MONTA-RACES, es decir, montador de razas. Y por último, el concilio era precedido por el señor de Afemider, Pendejol, padre de Béyocel y hermano elfo de Alubil, primer rey de Inodoror. A partir de ese concilio se conocería el destino que iba a deparar a la rosquilla y a nuestros no intrépidos, pero sí que patanes protagonistas.

domingo, 31 de julio de 2011

Capitulo 5: Ser Picolo corrupto, no es siempre un buen recurso.


Una vez llegado a Beee, el portero, que Edad Media más avanzada, con porteros en las discos y 'to' vamos, decía que hay no pasa nadie sin carne, “Po sin carne no se puede pasar...”, si amigos por esa frase se conocía a Joaquín Bahía, el portero de Beee, pero vamos no tenía muchas luces, por lo que burlarle no era una tarea complicada... 

- El carnet, dijo Joaquín en un tono pausado mientras dos pelotas rozaban el suelo.
- Eeeehm... se me ha olvidado, contesto tímidamente Prieto.
- 'Po' sin eeeeel caaaaarneeeeee noooooooo zeee pueeee paaaaasa... dijo Joaquín mientras las bolas se caían definitivamente al suelo.
- Dejarme a mi, susurro Kukin... venga hombre que me ves todos los días entrar y salir ábrenos hombre que nos conocemos de 'to' los días...
- No si vuestras caras me suenan... pero sin eeeeeel caaaaarneeeee noooooo zeeee pueeeee paaaaaasar... dijo Joaquín mientras se escuchaban los grillos de fondo.
- Pero vamos a ver si vivimos ahí mismo en esa casa que se ve detrás de usted, venga no nos haga esto hoy que llueve tanto que nos va a salir brillo hasta en el ojete del culo... buen hombre, dijo Kukin perdiendo los nervios, pero de una manera muy educada...
- Vivís en una taberna, pregunto Joaquín, mientras las bolas empezaban a enterrarse en el suelo.
- Eeeeeeh.... ¡si! Dijo descaradamente Kukin.
- Haber empezado por ahí... pasad pasad... dijo Joaquín mientras apartaba las bolas para poder abrir la puerta... con mucha, muuuuuchaaaaaa tranquilidad.
Una vez dentro, los tres amigos... y Sampezon, entraron en la taberna para disimular, tomarse algo ya que estaban, intentar que a Sampezon le zurraran los borrachos de la taberna y luego buscar un verdadero sitio para descansar y buscar a Joroba al día siguiente. Pero la realidad fue muy diferente a los planes que tenían pensado. Prieto fue a por la birras, pero mientras observaba a un hombre encapuchado que se situaba en al esquina de la taberna, se tropezó con un borracho que pasaba por al lado suya, tirandoles las cerveza encima, que aunque no le importaba bañarse en cerveza, algo sagrado para el, no pudo soportar como algo tan sagrado caía al suelo, montando una tangana. 

Tal fue la paliza que le estaban dando a Prieto que la rosquilla salio disparada hacia el techo de la taberna, introduciéndose en la boca de Jrodo al caer y haciéndole invisible al instante, trasladándose a un lugar tenebroso donde se encontraba el que no debe ser nombrado... a no que eso no era de esta, ¡Perdón, perdón! donde estaba ¡El Señor Pastelero! si,si, así, dicho con voz terrorífica. En ese momento escupió la rosquilla, apareciendo en una habitación colindante a la taberna junto al hombre encapuchado de la esquina que le dijo: 

- No sabia que los hobbits tenían el poder de desaparecer, curiosa habilidad esa... ¿Y tu de quien eres?

En ese momento entraron en la sala los tres amigos encabezados por Sampezon empujado por Kukin y Tilly y más nervioso que un cafeinomano con parkintson le dijo:

- ¿¡D-D-D-eja-a-a a-a-a-lo en-n-en-en pa-a-az!?
- ¡Bu! contesto el hombre encapuchado burlándose de Sampezon y este dio un salto colgándose de la lampara del techo. Decidme ¿¡Quienes sois!? pregunto de nuevo el hombre encapuchado de forma airada.

Kukin y Tilly se reunieron en corro para ponerse de acuerdo y contestaron: 

- YO SOY AQUEL NEGRITO DEL AFRICA TROPICAL... QUE CULTIVANDO CANTABA LA CANCIÓN DEL COLA CAO. Desentonaron a dúo Kukin y Tilly mientras Sampezon tocaba las palmas. 

Enfadado por el canto de los dos amigos, saco su espada y se la coloco en la garganta a Prieto y volvió a preguntas. 

- ¿¡Quienes sois!? y esta vez ¡dejarse de jueguesitos! Dijo cansado de los tres amigos el hombre encapuchado.

Así que Kukin y Tilly dejaron a un lado el monopoly y contestaron.
- Yo soy Tiliadoc Bravonavo y el es Kurrigrin Tumtupak, el que tienes con tu espadas es Prieto Topal-Bolso y el que esta colgado de la lampara puedes llamarle mmm...
- ¡Sampezon Gordín! interrumpió Sampezon, me llamo ¡Sampezon Gordín! volvió a repetir su nombre.
- Si... eso... lo tenia en la punta de la lengua, contesto con desprecio Tilly, ¿podemos seguir jugando? tengo una hipoteca que pagar ¡y los intereses del banco no esperan a nadie!
- Mmmm interesante los amigos de Joroba... dijo pensativamente el hombre encapuchado mientras guardaba la espada y miraba el agua caer por la ventana... ¡si! ¡que pasa mola un huevo! ¡sobretodo si estas en clases!
- ¿Conocías a Joroba?, pregunto Prieto ¿Quien eres?
- Podéis llamarme Tranca y si, conocía a Joroba, quede con él hace dos días aquí, me dijo que dos hobbits vendrían también, pero no esperaba a cuatro. explico Tranca... ¿Tranca? ¡que forma de llamar a alguien es esa!
- Podemos fiarnos de él ¿y si miente? insinuó desde su palco en to lo alto de la lampara Sampezon.
- ¡TU A CALLAR! dijeron en conjunto todos los allí presente.
- Debemos escondernos antes de que vengan los Picolos corruptos. Dijo Tranca mientras observaba la calle.
- ¿Picolos... corruptos? ¿y eso que son? pregunto Kukin mientras soltaba las fichas del monopoly y se incorporaba.
- No están vivos... pero tampoco puedes matarlos... ellos son... la puta ley, explico Tranca. Antaño fueron grande reyes humanos, pero vendieron su alma al Señor Pastelero y ahora se dedican a obedecer al señor oscuro y a requisar jamones... Esto último más como afición personal que como obligación, detallo Tranca mientras abrió la puerta e hizo una señal para que le siguieran. 

Los amigos siguieron a Tranca y se registraron en un par de hostales, acabando por refugiarse en un establo abandonado donde solo había quedado algo de paja y grande cagadas monumentales... como no había suficiente paja en el establo... Sampezon tubo que dormir encima de una de ellas mientras los demás preparaban chiste para la mañana siguiente.

Esa misma noche volvieron a llamar a la puerta y Joaquín el portero fue abrir. 

- Eeeeeel caaaaarneeeeeeee... 

No termino la frase cuando la puerta se le echo encima siendo aplastando por los caballos de los Picolos Corruptos. Un minuto de silencio en memoria de Joaquín el portero... vale ya esta bien que me dejo muchas veces sin bocadillo... Los Picolos Corruptos entraron en hostal vieron el registro de los amigos y se dirigieron hacia su habitación... cuando entraron partieron la pana pero ellos no estaban y saltaron las alarma entre los Picolos Corruptos. ¿nos vamos a quedar sin jamón? se preguntaban entre ellos. Así que decidieron salir del pueblo a buscar por los alrededores a los hobbits, a los cuales, no encontraron, una lastima vamos. 

A la mañana siguiente la compañía madrugo mucho y salio hacia Afemidel evitando caminos y cogiendo por los frondosos bosques, a pesar de las contantes quejas de Kukin y Tilly sobre las comidas. 

- ¿Y el desayuno? ¿Y la comida de media mañana? ¿Y la comida? ¿Y la merienda? ¿y el aperitivo de antes de la cena? ¿y la cena? preguntaban constantemente Kukin y Tilly mientras el resto de la compañía pasaba de ellos mientras que Sampezon no podía hablar porque claro esta le toco llevar el equipaje del resto de la comunidad y no podía opinar... si no cualquiera lo aguanta.

Por el camino encontraron muchos sitios apasionantes, todos de un gran valor para la vista, una cagada de caballo, una cagada de lobo, una cagada de oveja, una cagada de un lobo mientras se comía una oveja... y en cada una de estas Trancas expiraba fuertemente y decía ¡Ah! ¡El mismo olor que en Jaén! Demostraba al resto de la compañía su cultura campera.

Después de tres días llegaron a la Colina de las tres ventoleras, Donde Trancas quería subir a vislumbrar Afemidel desde lo más alto a a la noche, donde las luces del afeminado pueblo elfo dejaban ver la localización de este. Mientras Tranca subía a lo alto, los hobbits acamparon más abajo y montaron guardia. Primero le toco la guardia a Kukin y Tilly mientras Prieto y Sampezon dormía. Algo raro había en que Sampezon no le tocara la primera guardia, y es que Kukin y Tilly tenían aún pendiente todo el botín que robaron al carnicero antes de encontrarse con Prieto y Sampezon y decidieron que era el momento de saborearlo. Todo iba bien hasta que por los orificios nasales de Prieto llego el olor a Chorizo al alcohol y panceta frita y al incorporarse vio una gran hoguera. 

- ¡Que hacéis!¡No veis que nos pueden ver! grito exaltado Prieto.
- Teníamos hambre, contesto Tilly.
A lo lejos, los Picolos Corruptos vieron la hoguera y olieron el olor a fiambre de buena calidad.

- Mmmm... ¡Requisaaaar... Jamón...! dijo entre gruñidos uno de ellos. 

Los Picolos Corruptos cabalgaron hacia la colina de las tres ventoleras mientras que los tres hobbits se apresuraron a subir hacia la cima de esta en busca de Tranca. Si he contado bien, tres, a Sampezon aunque empiece a hacerse habitual lo dejaron durmiendo... era un precio muy pequeño el que había que pagar por conseguir unos segundos de ventaja. Pero claro Sampezon al verse con el enemigo en los tacones, en vez de correr por el camino que llevaba a la cima, empezó a escalar como si de ello dependieran que lo condenaran a cadena perpetua con Aida Niza como compañera de celda y llevo a sacarle unos segundos de ventaja a los otros hobbits. En lo alto de la colina estaba oscuro pero parecía que no había nadie y los Picolos Corruptos empezaron a cercarlos. 

- "¡No podéis escapar...! ¡somos la puta ley! ¡Darnos la rosquilla!" decían con voz tenebrosa.
- "¡Corre Prieto! ¡darle la rosquilla vamos!" decía Tilly acojonado por los nueves Picolos Corruptos.
- ¡Y los jamones! exigía el noveno de ellos.
- ¡Eso ni hablar! dijo Tilly mientras sacaba su espada.

Aunque los dos primeros pasos los hobbits aguantaron firme, al tercero ya empezaron a recular, y Prieto se tropezó con una piedra y se metió la rosquilla en la boca, casi atragantándose con esta, lo que le volvió a llevar a ese otro mundo extraño pero esta vez, los Picolos Corruptos si podían verlos y el noveno de ellos, si iban enumerado con una placa en el pecho, le clavo una daga ¡A que van a ser la puta ley en persona!

Agonizando en el suelo, Prieto vio como una sombra borrosa saltaba por encima de él, luchando contra los Picolos Corruptos. En ese momento, Prieto escupió la rosquilla y vio como Tranca ahuyentaba a los nueve Picolos Corruptos con su espada y una antorcha. Quizás eran sensibles al fuego, tal vez ser picoleto corruptos... quizás no sea siempre un buen recurso...

sábado, 14 de mayo de 2011

Capitulo 4: Beee dicen las ovejas.

Tras la marcha de Joroba, Prieto cogió sus cosas y se dispuso a salir rumbo noroeste hacia Beee, el pequeño pueblo a las afueras de La Pollorca que se especializaba en criar ovejas. Mientras, Sampezon seguía llorando en el suelo hasta que Prieto se dispuso a salir por la puerta y le soltó un sutil comentario.

- ¡Eso quédate ahí!, así pensarán que soy yo y te mataran a ti, hasta luego. Dijo Prieto con una sonrísa de oreja a oreja.

Lastima que esto no dio resultado, pues Sampezon se levanto como un rayo y empezo a correr para alcanzar a Prieto como si de Gacela Thomson se tratase. Claro esta que Prieto no paso por la casa de Sampezon, por lo este tubo que realizar el viaje con los mismos calzoncillos cagaos, lo que hacia desprender un curioso olor flatulento y asqueroso durante el viaje.

Para llegar a la aldea de Beee, Prieto y Sampezon, tenían que atravesar toda la región de Jigo Cerrado, cruzar la región de Bravonavo cruzando el río Bravidinio y adentrarse en el frondoso bosque de arboles viejos y mugrientos, donde la mayoría de hobits no se atrevían a entrar. Así que empezaron el camino hasta las afueras de Jigo Cerrado y en lo alto de una colina Prieto se detuvo para contemplar el pueblo al que a lo mejor nunca volvería, cuando se tiro un peo con redoble de tambor, el cual se trago Sampezon que iba atrás con la lengua fuera, y dijo “¡pa' tos utedes mamones!” se dio la vuelta y siguió el camino hacia las tierras de Bravonavo.

Una vez alcanzada las tierras Bravinavas, decidieron coger un curioso atajo, pasar por medio del huerto de maíz que tenía el Señor Carnicero. ¿Para que tenía un campo de maíz un carnicero? yo tengo una pregunta para ustedes, ¿En serio siguen haciendose preguntas?

Todo iba bien, hasta que a mitad de camino, escucharon un extraño ruido... “¡DEVOLMERME MIS JAMONES MALDITOS BANDALOS!” y Prieto y Sampezon echaron a correr tras escuchar el ladrido de los perros. “¿Pero que jamones hemos robados señor Prieto?” preguntaba Sampezon entre lagrimas, cuando se cruzarón con Kukin y Tilly que llevaban en la mochila un par de patas de jamón cada uno más diversos embutidos. Eso respondía al gordo de Sampanza que dejo de segregar liquido por sus ojos para pasar a segregar liquido de su boca. Después de hacer el paripe sin decir ninguna palabra, Tilly se acordo de que los perros les perseguían así que propuso dar de cebo a Sampezon y salir corriendo. Algunas persona pensarán que esto es inhumano, pero si te persiguen perros asesinos y tienes en mente lo plasta que es Panza, esa una grandisima idea y por supuesto, es lo que hicieron, pero por desgracia logro escapar del ataque de los perros asesinos y cuando encontró al grupo terminó tirándolos a un hoyo. 

Lo que ellos no sabían es que esa torpeza de Sampezon, les iba a salvar la vida, ya que alguien encapuchado totalmente de negro, al que solo se le distinguía un tricornio, tras inspirar fuertemente dos veces dijo en un tono pausado, “¡JAMONES! ¡REQUISAR!” y salió corriendo. Entonces Prieto supo que él era el que le buscaba, y que tenían que abandonar La Pollorca lo antes posible, pero en ese momento al carajote de Sampezon se le ocurrió hacer un trueque, cambiar el caballo por los jamones, se ve que no entendía bien el concepto requisar, y entonces la sombra con tricornio se volvió y cabalgo hacia ellos mientras corrían entre los arboles hasta llegar al río Bravidinio, donde en una barca lograron despistarlo. Sampezon por poco no sube a la barca, pero en esta vez le esperaron. En el caso de no haberle esperado, ¿quien aprendería la lección de lo que significa “requisar” remando duramente?

Atravesado una vez el río, inmediatamente se adentraron en ese viejo y mugriento bosque de arboles caídos. Parecía fácil, pero después de tres día, se empezaron a preocupar, ya que era un trayecto de un cuarto de hora, y no había retenciones en la N40. Muertos de cansancio, hambre y sueño, los cuatro amigos decidieron echarse una siesta y continuar luego, pero a Sampezon le entro hambre y como Kukin y Tilly no le dejaban probar bocado de la mercancía robada, fue en busca de comida, encontrando setas, las cuales estaban tan ricas, como plagadas de esporas, que intoxicaron al tonto de Sampezon. Entonces, salido de la nada, apareció un hobits saltarín y bailarín to fumao, quien tenia la cura de las setas venenosas en su casa. El problema es que tenía tal ciego en lo alto después de fumar una plantas aromáticas, que no recordaba por donde se encontraba está. Tras una discusión con Prieto, Kukin y Tilly tratandole de convencer de que no se molestara, el hobit saltarín insistía, pero no se acordaba de por donde se llegaba a su casa. Finalmente lograron encontrar la morada del hobit saltarín y Sampezon llego cuando empezó a coger un color morado bastante gracioso para todo aquel que lo miraba fijamente. Después de tomar el antídoto se puso bien, recupero el color y sus compañeros empezaron a tirarle setas a ver si recuperaba el color morado de nuevo.

Una vez curado, Tim Marley, el hobit saltarín familia hobits lejana de Bob, les indicó el camino ha seguir:

- Teneis que coger todo recto, a la quinta bocacalle girais a la derecha luego a la tercera girais a la izquierda, a la segunda a la izquierda de nuevo, seguís ese camino dos bocacalles más y girais a la izquierda hasta llegar a casa de Tim Marley. Indico Tim Marley el camino que usaba para no perderse.
- Pero ese no es el camino hacia Beee, Tim, ese es el de para volver a tu casa. Le dijo Tilly.
- ¡Ah! Para ir a Beee, ¿eso no es lo que dicen las ovejas?
- Si, y también es un pueblo al otro lado de este bosque, le explicó Kukin.
- ¡Ah!, ¡si! Recuerdo que en mi juventud paraba allí por las noches, entonces debeis seguir este camino: tres paso para delante, uno para la izquierda otro para delante un dos tres un pasito pa tras. Empezó a cantar Tim.
- ¡Eso es una canción! Dijo furioso Prieto.
- Es que estoy muy solo, y siempre he querido ser como mi familia lejana. Dijo con cierta tristesa Tim.
- ¿Cantante? Preguntó Sampanza to' cotilla.
- ¡NO! Exclamo Tim. Fumeta reconocido.

Después de este dialogo de besugos, Tim les indico el camino (todo recto) y se despidió después de entregarle unos folletos en los que se leia “pasen y vean al hombre más fumeta del bosque”. Y después de atravesar el bosque y un par de colinas bajo una cortina de agua que ni el diluvio universal, los cuatros hobits llegaron a Beee, lugar de ovejas.

miércoles, 13 de abril de 2011

Capitulo 3: A fuego lento.

Mientras que Joroba buscaba y buscaba entre los libros de aquella polvorienta biblioteca, llena de arañas, cucarachas, ratas, ¡oh, un bibliotecario muerto! más arañas, etc. El enemigo avanzaba hacia los territorios de La Pollorca guiados por las palabras de Cullum.

Una noche oscura como otra cualquiera en La Pollorca, mientras Prieto admiraba la rosquilla frente a la chimenea, una sombra oscura rondaba por los alrededores. Prieto asustado se levanto y se acerco a la ventana, donde no vio nada, pero al darse la vuelta se encontró a Joroba que estaba allí de pie mirándole fijamente, como hará para entrar en las casas sin que nadie se entere de la puerta, un allanador profesional. Después de bajar las bolas a su sitio natural, Prieto le ofreció un chocolate con churros a Joroba, mientras este le contaba lo que descubrió en la biblioteca de Rocaburg. A Joroba no se le apetecía mucho contarlo, pero eran chocolate con churros, ¿Quién se iba a resistir a eso? Así que se dispuso a contarla:

- Todo comenzó en la Segunda Edad de los hombres…

Eran los tiempos de Alubil, rey de Inodoror, donde la raza de los hombres tenía que hacer frente a las tropas viñorcas. La guerra era feroz y sangrienta entre ambos lado de la cama... Pero los elfos tuvieron una idea para controlar el poder de este mundo. En principio la idea original era teñir a los animales de rosas, pero ante el descontento de los enanos que exigían que fuese algo más varonil y los hombres delante de sus mujeres echandoles miradas de desagrado, decidieron apoyar a los enanos, cosa que provocó una lucha entre los enanos y los elfos que dura hasta hoy en día. En lugar de los animales de rosa, se decidió por rosquillas y dársela a los líderes de cada raza:

- Tres rosquillas para los elfos, sietes para los señores enanos y nueve para los hombres mortales, enumero Joroba mientras se tomaba una pausa para dar un sorbo al chocolate.

Pero este plan llego a los oídos del señor de Gordor, y decidió hacerse una rosquilla para gobernarlos a todos. Una rosquilla para engatusarlos a todos. Una rosquilla para engordarlos a todos. Una rosquilla de poder forjada en el monte del final del libro. Una rosquilla que solo podría ser controlada por su señor, El Señor Pastelero. Una rosquilla, elaborada a fuego lento.

Y así ante el avance de las tropas de Gouron, hombres y elfos, dirigidos por Alubil y Pendejold, se dispusieron a disputar, la última batalla, así con énfasis, en los aledaños de las tierras de Gordor. El enemigo no era fuerte, ya que se componía de tropas de estúpidos viñorcos, pero entonces apareció él, con su rosquilla y su barriga, quitándose tanto a hombres como a elfos de en medio con la grasa de su barriga. Ante la caída de su ejército, Alubil decidió hacerle frente pero lamentablemente no vio venir esa barriga con efecto que el Señor Pastelero le lanzo, disparando a Alubil por los cielos anotando gran "home run". Su hijo, Potandur, que también estaba en la batalla fue a su auxilio, pero cuando llego ya no se podía hacer nada por él. El cuerpo de Alubil yacía en el suelo junto a una peste flatulenta típica de los potajes. En ese momento el enemigo se le echo encima a Potandur, literalmente, quien intento coger la espada de su padre pero estaba atrapada entre la grasa de el Señor Pastelero, pero cuando este se levanto, quebró la espada, utilizando la empuñadura para cortarle la lengua del Señor Pastelero, fuente de su poder, las papilas gustativas y donde tenía la rosquilla.

Así el Señor Pastelero fue vencido, y los viñorcos salieron por patas y ese lugar se paso a llamarse la llanura de las tertulias entre hombres, elfos y viñorcos. Potandur recogió la rosquilla to chupeteada de la lengua del Señor Pastelero, pero no todo había acabado, aún quedaba una cosa por hacer, ya que al finalizar la batalla Pendejold se acerco a Potandur y lo llevo al monte del final del libro.

Quedaba algo por vencer aun, la rosquilla de poder. Pendejold insistió a Potandur de que arrojara la rosquilla a la lava, pero Potandur persuadido al oír las palabras de persuasión de la rosquilla, “Saboréame… saboréame mmm… ¡Ñam ñam!” se  negó.  “Echala al fuego, ¡humano de los cojones!” le insistía Pendejold airadamente, pero no le hizo caso y he aquí la bonita historia de como el doble horneado no triunfo en la Edad Media.

Poco más tarde Potandur fue emboscado cerca del Río que Moja, muriendo este en su propio vomito y perdiéndose la rosquilla en su caudal, hasta que con el paso del tiempo debió llegar hasta las manos de Cullum. Y el resto de la historia ya la conocemos... finalizo joroba.

- Y ahora las tropas viñorcas del Señor Pastelero vienen a recuperar la rosquilla única y devolverle su poder. Finalizando Joroba sin antes mencionar. Por cierto ¿te he dicho que han capturado a Cullum y ha desvelado tu posición y que ahora estarán de camino los esbirros del Señor Pastelero? Pues ahora sí...
- ¡Joroba no me jodas!¡Y ahora que hago! Pregunto con las cachas del culo solapadas Prieto.
- Lleva la rosquilla a Afemidel, reino de los elfos. Le ordeno Joroba con pose molona incluida. ¡JA!
- Pero si yo no sé ni donde queda eso. Dijo preocupado Prieto.
- ¡Qué fuerte! Sonó desde la ventana.

Entonces joroba saco el brazo y pesco un tío cuyos pezones asaltarían un banco por si solos. Efectivamente nos referíamos al tonto de Sampezon, que entre pataletas y lloriqueos pedía a Joroba que no le hiciese crecer barba.

- ¡Puto cobarde grasiento! Ahora tendré que matarte. Le dijo Joroba mientras se relamía de gusto con las imágenes de la sangrienta muerte de Sampezon, como muchos de nosotros.
- ¡No! no me mate señor Joroba, por favor aun no he escuchado el nuevo disco de Lady Gaga por favor. Rogaba Sampezon bochornosamente.
- Así no hay quien haga una carnicería no puedo matar gallinas como estas sería un tachón importante en mi currículo. ¡Acompañaras a Afemidel a Prieto! Sentencio Joroba. Reunirse conmigo en Beee, el pueblo donde crían ovejas fuera de La Pollorca, mira que criar ovejas existiendo Pollos...
- ¿Pero tú no vienes con nosotros Joroba? Pregunto Prieto saliendose el cardillo.
- ¡No! tengo cosas más importantes que hacer… como no protegerte a ti. Allí nos encontraremos. Dijo Joroba mientras salía por la puerta cogía el caballo y salía por patas.

Así que siguiendo el plan, Prieto se limpio el calzón cogió algunas cosas para el camino mientras que Sampezon seguía llorando en el suelo y se dispuso a ir hacia el noreste, esperando no ser capturado por los secuaces del Señor Pastelero.

domingo, 3 de abril de 2011

Capitulo 2: Del hoyo al bollo.

Nuestra verdadera historia comienza en este momento, así que lo que has leído hasta entonces no vale para nada. Era un 20 de abril del 90, hola chata ¿como estas?... A no eso era una canción. Bueno... era un buen día de primavera algo especial para un hombre. Sí, ese hombre era Hasim Topal-Bolso. La razón era el cientipitantos cumpleaños, aunque seguía teniendo el cuerpo de un muchachote con canas, y venía dispuesto a gastar bromas que solo él entendía, estos lugareños… no hay quien los entienda, y para ello no podía faltar su mejor amigo, el hombre que se había emborrachado, bailado, vomitado, besado… si, trajo polémica ese beso entre los catetos del pueblo que exigían la muerte pollera, que consistía en clavarle un palo por el culo y asarlo hasta que cogiesen un buen color. Se libraron por los pelos. Si el pollo era el elemento estrella de todas las fiesta en la Pollorca, hasta de las ejecuciones. Pero ese día en especial, Joroba estaba dispuesto a desbancar al Pollo de su posición privilegiada en La Pollorca. Para ello trajo algo que sería aun más emocionante que comer pollo ¡Los cohetes y fuegos artificiales! Parecía un gran plan para mejorar el mundo de las fiestas y celebraciones, nada más lejos de la realidad. Su verdadero plan era el sustituir los petardos legales por los famosos pollos para comercializarlo con el resto de la Tierra Media, forrarse y con el dinero de este, compar La Pollorca y cambiarle el nombre por el de Jorobilandía, convirtiendo esta en el mayor parque de atracciones medieval ¿Quién podría perdérselo?

Preparando la fiesta estaba Prieto Topal-Bolso, sobrino de Hasim y no, no era Italiano, su nombre iba más encaminado a la forma extraña que tenía allí donde la espalda pierde su nombre... el culo. Era el heredero de Hasim y de toda su racana fortuna, la cual no podía por ley enterar consigo, fue un disgusto para el pobre Hasim cuando se entero. Prieto preparaba la fiesta con sus amigos, Tiliadoc Bravonavo, conocido por todos como Tilly, y su inseparable amigo de fechorías Kurrigrin Tumtupack, conocido como Kukin, y su sirviente y jardinero el pringado de Sampenzon Gordín, llamados por todos “el pesado de turno”, digo Sampezon.

Mientras Sampezon cargaba los sacos de cemento, los tres amigos levantaban las casetas de la feria, las cuales no necesitaban para nada de cemento, pero era divertido hacerle la vida imposible al bueno de Sampezon. Una vez terminado de montar la fiesta con sus casetas, mesas y luces, fueron a la bodega del topo, conocida por todo como la guarida de la Topotamadre, donde había cervezas y la maría “pá” dar de beber durante 5 años a Pocholo y de fumar a un regimiento de Bob Marley. Y es que en La Pollorca, sin pollo no había fiesta, pero sin cervezas y maría tampoco.

Así que una vez caída la noche llevaron al viejo a su fiesta de cumpleaños, la cual empezó en el momento que se abrieron los bidones de cerveza. Los niños correteaban, Joroba hacia chanchullos con sus petardos, los jóvenes se repartían tirados por el suelo sobre sus propios vomitos, mientras los viejos criticaban su penoso espectáculo, mientras le robaban la cerveza a los jovenes y Sampezon aún no había llegado con el primer saco de cemento.

La fiesta iba de maravilla, pero maravilla no es suficiente para un par de hobits. Tiliadoc Bravonavo y Kurrigrin Tumtupack no estaban del todo satisfecho con la fiesta, faltaba algo y en cuanto Joroba se disponía a hacer gala de sus fuegos artificiales, Tilly y Kukin robaron el mayor petardaco con forma de jesuraptor red mayor visto en la historia de la humanidad. Hubiera sido un gran espectáculo si el plan hubiese seguido según lo previsto, pero como no fue así, ¡pues fue legionario!. Se dice que todo plan tiene su plan B, pero como aquello dos gamberros no tenían ni el plan A pues fue todo improvisado. Escondieron el petardaco en una caseta y lo encendieron sin más y cuando se dieron cuenta que había que plantarlo afuera, este Salió volando llevándose la caseta por medio y dando vuelta alrededor del emplazamiento y asustando a todos y salió disparado para el depósito de maría, llevándoselo por delante y estallando en él, quemando toneladas y toneladas de maría. Y esa es la bonita historia de cómo los petardos de Joroba fracasaron en su intento de sustituir a los pollos.

La fiesta había muerto con la gracia de Kukin y Tilly, y la gente sin hierba que fumar ansiaba el discurso de Hasim para irse a dormir a su casa de una vez y dejar que Kukin y Tilly cumplieran su castigo de recoger todo los estropicios de la fiesta y devolver el saco de cemento, que Sampezon acababa de traer. En ese momento comenzó la fiesta para Sampezon, la cual no duro mucho pues se dirigía a por una cerveza cuando una pava se le acerco. De la emoción casi se le saltan las lágrimas entre otras cosas y pensando que por primera vez en su vida una chica le iba hablar, esta le poto encima. Definitivamente la fiesta había acabado para todos. Los viejos tenían que tomarse sus medicinas, los jóvenes sin maría, empezaron a entrarles el mono, si digno de ver un mono gay, los niños ya estaban acostado desde las 8:30 pm por culpa de los Lunis, ¡cabrones! Joroba lloraba desolado por su fracaso empresarial, Sampezon se fue llorando a su madre y bueno, Tilly y Kukin siguieron con la fiesta de los escombros.

Entonces Hasim se dirigió a lo más alto de una mesa que se improviso como escenario, ya que con eso, conseguía la suficiente altura para que todos le vieran. Y pronuncio su discurso de cumpleaños.

- Gracias por venir, amigos… bueno gente de La Pollorca, ¡son 50 leuros por cabezas!.

Y en ese momento, Hasim se dio un lameton en la palma de mano y desapareció. Lo que la gente no vio es que en esa mano tenía una rosquilla más que relamida, y se dirigió a su casa. Pero para sorpresa de él alguien le estaba esperando.

- ¡Te pille! ¡Tú la llevas! Dijo Joroba.
- No estoy de humor, viejo amigo con chepa, tengo que planear mi viaje antes de que la gente se dé cuenta. Contesto Hasim.
- ¿Vuelves a marchar? ¿Y tu fortuna? ¿Y tus pollos? Pregunto Joroba maquinando planes.
- Se lo dejo todo a Prieto, él es mi heredero y sabrá como ser un buen racano. Contesto Hasim.
- ¡Mierda! Exclamo Joroba, y esa vieja rosquilla, ¿También se la dejas a Prieto?
- Ehm… sí, se la he dejado en un sobre… el ya lo verá.
- ¡Se te sale por el bolsillo viejo embustero! Replico Joroba catando al viejo Hasim.
-¡Ah!, sí, es verdad se lo dejaré aquí para que lo vea. Dijo Hasim mientras ponía el sobre justo al lado de la puerta.
- ¿Y a donde irás esta vez? Pregunto Joroba con intensión de vender la exclusiva.
- No lo sé Joroba, quiero ver montaña, quiero ver playas, quiero ver tías desnudas, quizás me valla de gira 
con los Jonas Brother quien sabe, adiós viejo jorobi. ¡Ah! y dile a Prieto que nada de 2x1. Se despidió Hasim.
- Se lo diré. Adiós viejo tacaño. Se despidió Joroba riéndose con la idea de que con esa gente no vería muchas chicas desnudas hasta el matrimonio.

Y así es como el viejo Hasim emprendió su nuevo viaje en el que ya no volvería más a La Pollorca. Y no, Hasim no vio mujeres desnudas en su viaje.

Una vez se marcho Hasim, a Joroba le falto tiempo “pá” intentar tangar la rosquilla, pero nada más tocar el sobre vio unas imágenes espeluznante. Puede que estoy dañe la mente de los más sensibles, pero me armare de valor y lo contaré. Al tocar el sobre donde se encontraba la rosquilla, la imagen de un gordo bigotudo, vestido de látex siendo enculado por un caballo. ¡Sí! Esa rosquilla ocultaba algo muy gordo y repulsivo aparte del tío del vídeo, obviamente. Ante tal vídeo el cual vio dos segundos y sustituyo a la ballena en sus pesadillas, a Joroba se le puso la cara blanca, aun más blanca de lo que ya la tenía, tan blanca que a Iniesta a su lado era identico a Eto'o. Algo por otra parte normal ante tal cosa desagradable. Y por primera vez en mucho tiempo dejo de pensar en chanchullos y pensar en algo importante. La forma de castigar al hijo de puta que hizo eso.

Así que Joroba espero la llegada de Prieto de la fiesta, la cual se retraso porque llevaba tal tajazo, que fue entrando casa por casa hasta llegar a la suya. Una vez llego este a su casa, Prieto tenia 50 denuncias de allanamiento de morada y una tasa de alcohol en sangra superior a un 83%. Para colmo Joroba le contó lo visto al tocar ese sobre, lo que termino con Prieto potando sobre el sobre. Joroba asqueado ante esa vomitona, los grumitos y el pestazo, en un ataque de locura decidió tirar el sobre a la chimenea. Para cuando se dio cuenta de lo que hizo ya parecía ser demasiado tarde, pero para asombro de los dos, la rosquilla se quedo flotando en el fuego mientras unas letras extrañas que tenia inscrita empezaron a aparecer. Las letras decían lo siguiente: “Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es ‘pá’ darle alegría y cosa buena, dale a tu cuerpo alegría Macarena ¡eeeh Macarena aaaay!”, fijarse la letra tan diminuta que tendría que ser. Entonces Joroba cogió las pinzas con la que se depilaba los pelos de la nariz, calibre 50, y saco la rosquilla del fuego, y dijo:

-¿Dónde he visto esto antes? Pensaba insistentemente Joroba, hasta que Prieto le contesto.
- Joder Joroba que lo has visto en la rosquilla ¿no lo estás viendo? Después el que está bajo los efectos de la maría y el alcohol soy yo… pero no te enfades, yo te quiero y te aprecio, y después de veinte Joroba te quiero vámonos “pal” huerto coreado de todas las formas posibles en este universo y parte del siguiente, Joroba dijo:

- ¡Eso es! Preguntare en Yahoo respuesta, ¿Tenéis internet por aquí? Pregunto airadamente Joroba.
- Joroba, esto es la Edad Media, por no existir no existe ni el “pisha”. Se burlo Prieto.
- Mmm… Edad Media em… entiendo ya… ya… se quedo pensativo Joroba. ¿Eso de las espaditas y tal no? ya... ya...

Pero aunque Internet no existía y Yahoo respuestas, lugar donde los universitarios se intentan sacar la carrera a costa de otros, tampoco existía, si existían, para males de muchos, ¡las bibliotecas!. Entonces Joroba decidió adentrarse en las más grande y oscura de todas ellas, la biblioteca de Rocaburg, Capital de Inodoror y la ciudad con mejores laxantes de toda la Tierra Media y mentora de Joroba en el mundo de los negocios. Así que Joroba pidió a Prieto que guardara en secreto la roquilla hasta que él volviese, y marcho rumbo a su destino. Esta es la historia de cómo Priet pasó de estar borracho revolcándose en un charco de barro, a heredar la rosquilla y como sus cinco contra uno cogieron un enfoque diferente.

Cuando Joroba marcho no se podría ni imaginar la pequeña vuelta que se dio a la tortilla, de papas y sin cebolla ¡por supuesto!. Lo que él no se imaginaría sabía es que en las tierras de Gordor acababan de hacer prisionero a un antiguo conocido para Hasim y que después de se torturad, haría dar un paso al frente al enemigo cuando dijo entre gritos las siguientes palabras:

- ¡Pollos! ¡Ratas! ¡Mi tesoro! ¡Cullum, Cullum!

sábado, 26 de marzo de 2011

Capitulo 1: La Pollorca.

Tercera Edad, Edad de los hombres en la Tierra Media, pero ¿Solo de los hombres? Tal vez no. Era una época de felicidad, fiesta y cachondeo para aquellos que habitaban La Pollorca, donde había el mejor Pollo de toda la Tierra Media no comercializado con otros lugares de la Tierra Media, porque además de felices, eran tacaños, lo que hacia de su pollo único y especial. Tan especial era esos pollos que una vez allí nadie dejaba La Pollorca y a consecuencia de tanto pollo, sus habitantes no alcanzaba una altura común entre los hombres, por lo que se les dio el nombre de "hobits", que significa enanos mal hechos para el resto del mundo. Solo dos hobits consiguierón resistirse a los embrujos de La Pollorca. El primero de ellos era el dueño de la mayor granja de pollos de toda La Pollorca y parte del extranjero, él era Hasim Topal-Bolso, de origen turco obviamente, el ratero más agarrado de toda La Pollorca. Algunos le atribuyen la creación del Kebap. Pero Hasim no resistió la tentación por si solo, no para nada, nunca hubiera salido de ella sin ese gran mago, cuyas mantas con la que vestía estaban desteñidas y piojosas, Joroba el gris.

Era una mañana como otra cualquiera en la tierra de La Pollorca. Su césped mojado por la humedad de la noche, olía a hierba mojada. Sus casitas a lo lejos, apenas se apreciaban de día y dejaban apreciar el hermoso paisaje de las colinas... junto aquella tierra fangosa mugrienta y pastoso. Buenas tabernas con el mejor zumo de cebada... acompañado a esa peste de la bodega que colocaba por si sola, lo que salía muy económico. El cielo azul encima de las colinas... adornado por esas palomas puñeteras con punto de mira en la cloaca. ¡Sí! Eso era una buena vida. Hasta que un día un intrépido jinete en busca de un buen pollo y recomendado por uno de sus colegas de tapeo, cruzo ese camino enfangado, diviso esas diminutas casitas de juguetes, piso esos hierbajos y con una sonrisa de oreja a oreja dijo: ¡Ahí va que chorrazo! Y es que nada más y nada menos llego en el día en el que el pollo venía con una oferta: “Comes tres y pagas solo dos”. Ante tal papa como había tenido y tal rata como era el amigo Hasim, Joroba y Hasim se enfrentaron en una dura discusión en la que hacía siglos que el pueblo de Jigo Cerrado había tenido. Y los gritos e insultos empezaron a saltar de la boca de todos los que allí se encontraban.

- ¡Rata peluda!
- ¡Yonqui de mierda!
- ¡Eres más falso que una comedia de Disney Chanel!
- ¡Tarugo!
- ¡Mamarracho!
- ¡Roba brocha!
- ¡Vendo Toyota Celica a buen precio!¡Balato Balato!

Y como no, en el meollo se encontraban Hasim y Joroba

- ¿!Por que no coges tú alfombra y te largas!?, dijo Joroba
- ¡Lah alfombrah no vuelan zoquete!, contesto Hasim.
- ¡Eso es porque no bajaste a la gorda de tu madre antes de arrancarla!, dijo Joroba
- ¡No te metah con la madre de Hasim! Ella no te ha hecho nada, recriminó Hasim.
- ¡Pues ayer parecía que me hacia de todo! se burló Joroba.
- ¡Pero como te atreves! se enfado Hasim alzando el puño.
- ¡Es cierto, yo lo vi ayer! salto una persona mayor!
- ¡Papa! ¿¡de que parte estas!?, replico Hasim.
- ¡Del que me saque a tu madre de casa! contesto el viejo Topal-Bolso.

Así siguieron hasta que Hasim decidió que gastaba más recursos de las que ganancia obtenía partido de la hipotenusa al cuadrado y decidieron cerrar la discusión con una buena borrachera y fueron amigos durante muchos años, pero no avancemos tanto, aun no es el momento de bailar a la comba con la línea del tiempo.

La verdad es que Joroba el gris no estaba allí solo por su pollo. Sus amigos los enanos, los bien formados, necesitaba de alguien lo suficientemente pequeño, para colarse en el castillo de la suegra y robar un objeto con el cual derrotarla de una vez por toda, pero esa no es nuestra historia, o por lo menos por ahora, porque Joroba contrato a Hasim para hacer esa tarea por su ansias de tener algo que no soltar en la vida algo valioso y allí había muchas cosas valiosas, ¡pero muchas cosas valiosas! Pero nunca se imaginó que encontrara algo que lo fuera tanto, pues Hasim se adentro tanto en la cueva que encontró un tesoro qu no era de oro. Diminuto y ridículo. Quien dijese que eso era un tesoro debería estar loco. Pero en realidad escondía en su interior algo más que masa para hacer dulces. Y es que el dichoso tesoro se trataba de una rosquilla, el tesoro de un tal Cullum, un ser desfigurado sucio y mugriento como las ratas y los calzones cagados con más vueltas que los del frutero después de un año con ellos puestos. Sudoroso y apestoso como el azufre pero cruel y loco como cualquier criatura de la Tierra Media podría estarlo. Estaba tan loco, o loca, quien sabe que sería ese ser, que se compro unas botas y no se las puso por no desatar los cordones. Ansiaba su tesoro más que nada, lo adoraba y odiaba a la vez, pero nunca se separaba de él hasta que ese día se separo una milésima de segundo y Hasim, que andaba por ahí para males de sus desdichas, lo atrinco en cero coma. Falta no hace decir que Hasim se llevo la rosquilla consigo como buen Tolpal-Bolso que era y la historia la suegra más adelante os la contaré o más atrás pues es hora de comenzar a dar saltos a la comba del tiempo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Prologo

“Tres rosquillas para los Elfos, que discuten absurdamente sobre el color de la fallada.
Sietes rosquillas para los señores Enanos, para hacerlos un poquito más grandes.
Nueve para los hombres mortales condenados a convertirse en viejos verdes.
Una para el señor Pastelero en su fábrica de bollos
En la tierra de Gordor donde se extiende la crema.
Una rosquilla para engordarlos a todos. Una rosquilla para encontrarlos,
Una rosquilla para atraerlos a todos y hacer que no vuelvan adelgazar
En la Tierra de Gordor donde se extiende la crema”